La vida es injusta para la gente como yo...yo no pedí tener un cerebro, vale?

vendredi 20 août 2010

roba hombres


Me cotilleaba una Deborah, o una Stacy cualquiera por teléfono que estaba muy enfadada con una tal Silvia o Vanessa porque le había robado el novio, a una amiga de su séquito y encima se había comprado el mismo vestido que ella, que para colmo era de principio de temporada

Después de afirmar con un tono de comprensión máxima y empatía "joder, tía, que zorra" y añadir un siempre reconfortante " tía, no te preocupes, seguro que el vestido te queda mucho mejor a ti...y Pelayo vuelve contigo llorando en dos días" seguí escuchando como me repetía escena por escena su tragi-tragedia durante al menos 30 minuto mientras yo hacia equilibrios con el teléfono entre el hombro y la oreja ladeada de forma antinatural mientras me pintaba las uñas de los pies. Colgué el teléfono, lo que me pareció muuucho tiempo después, con la pedicura perfecta y con la promesa de que iba a estar ahí para ayudarle siempre que lo necesitara (osea, que mientras ayudar fuera oírla parlotear mientras yo hago afirmaciones casi esporádicas y no me cueste ni un duro yo estoy dispuesta a odiar a "esa otra" fuere quien fuere")

Después de esa conversación y con la comodidad de poder finalmente usar las neuronas como quien se enfunda un par de zapatillas de andar por casa me di cuenta del gran mito del ' robar el novio" o "robar las amigas"

Decimos me robo porque no queremos decir la eligió a ella, lo que no significa que no sea verdad que la tipa sea una hortera, este gorda o tenga una risa que dan ganas de matarla. No significa que sea tu culpa y no hay peores ni mejores (eso es horrible de escribir para alguien tan competitivo como yo) es solo que entre 2 productos, o entre los que estuvieran a su disposición prefirió uno de ellos y NO, no eres tu. Que fuera por el envase, por el precio o por un acto idiota de consumismo que le llevo a la idea de que podía hacer la colección ya son otras cuestiones..

Pues sí, señoras y señores, es así de sencillo...si vamos a permitirnos el lujo de cosificar a nuestra ex-pareja (ese hijo de puta que no sabe lo que se pierde) o a nuestra ex-forever-friend (o esa vaca con complejo de diva y por supuesto envidiosa hasta los huesos de ti) pongámonos a su nivel y tratémonos a nosotros mismos como productos.

No hablemos entonces de "robar novios" si no de competencia desleal (a más de una zorra barata la llevaba yo a la OCU por tetas no reglamentarias o publicidad engañosa), hablemos de monopolio abusivo cuando tu pareja sabe que estas demasiado enamorada (o eres demasiado gilipollas) como para imponerte a su opinión de líder del mercado, y hablemos de coste de oportunidad cuando sabiendo que el camarero buenorro del bar esta deseando meterse en tus bragas tu decides escuchar a la puta Stacy y a su puto novio OTRA VEZ. Hablemos de como se mueve la grafica de la oferta y la demanda cuando hacemos aumentar nuestros consumidores potenciales reduciendo drásticamente los costes en tela del vestido (por eso de que el packaging es muy importante en los tiempos que corren)

Y aunque estaba muy orgullosa con mi brillante teoría, en vez de intentar explicársela a mi oxigenada amiga,  en vez de meterme en una discusión de horas sobre la autonomía de las personas y la escasez de recursos de expresión que denota el archimachacado hurto de pareja ( robo si ha habido violencia, intimidación o si el tipo en cuestión supera un cierto valor económico) cojo el móvil y la escribo "ponte el vestido rojo que hoy vamos a enseñar a todas las roba-hombres de Madrid con quien están jugando, y a Pelayo...que le jodan" y sonrío perpleja ante mi cinismo casi profesional.

a veces la gente lo único que necesita es una dosis de ego (la autoestima esta muy cara hoy en dia y hay que recurrir a lo sintético) y en esa actitud tan propiasde mis admiradas rubias, yo soy muy buena!

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